29 mar 2009

Mi casa no es digna de Ti

Después de confrontar los peligros y las maldades que el enemigo organiza contra los salvos por Cristo, el apostol Pablo pregunta triunfalmente: "¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? ?" Romanos 8:31.

Para algunos creyentes, la respuesta es super clara. ¿Quién será contra nosotros? Todo el mundo, todas las cosas, al final de cuentas, lo que no falta, es persecución, es contrariedad, es injusticia organizada. A tal punto que la cosa es ruhín y cansativa, que llegamos, a veces, a desaminarnos. Solo que la respuesta inicial del texto es algo poderoso: "Dios es por nosotros". La respuesta del texto debe ser en la realidad, nuestro contexto. Es esencial que aceptemos, en nuestra vida práctica, que quien manda en el Mundo es el Señor. Y este Señor, que manda en el mundo, es el Poder que nos protege, el nos protege mismo sin que nosotros lo sepamos, y aun mismo que el enemigo se oponga.

El nos protege, a pesar de nosotros mismos, a pesar de nuestra ignorancia, a pesar de nuestra fé tan pequeña. El mundo, de hecho, nos aborrece, como lo hizo al Maestro. Pero es esencial nunca olvidar, nunca nunca que " Dios es por nosotros".

Traducción del texto escrito en portugúes por el Pastor brasileño Olavo Feijó.

Minha Casa Não É Digna de Ti

Depois de confrontar os perigos e as maldades que o Inimigo organiza contra os salvos por Cristo, Paulo pergunta triunfantemente: “Se Deus é por nós, que será contra nós?” (Romanos 8:31)

Para alguns crentes, a resposta é super clara. Quem será contra nós? Todo mundo, todas as coisas, afinal de contas, o que não falta é perseguição, é contrariedade, é injustiça organizada.
A tal ponto a coisa é ruim e cansativa, que chegamos, às vezes, a desanimar. Só que a pergunta inicial do texto é algo poderoso: “Deus é por nós”. A pergunta do texto deve ser, na realidade, o nosso contexto. É essencial que aceitemos, em nossa vida prática, que quem manda no mundo é o Senhor. E este Senhor, que manda no mundo, é o poder que nos protege. Ele nos protege mesmo que nós não o saibamos, mesmo que o Inimigo trapaceie. Ele nos protege, apesar de nós mesmos, apesar de nossa ignorância, apesar de nossa fé tão pequena. O mundo, de fato, nos aborrece, como previu o Mestre. Mas é essencial nunca esquecer, nunca, nunca, que “Deus é por nós”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario