29 abr 2009

Intercediendo por su siervo

Intercediendo por su siervo, que estaba muy enfermo, el centurión sugirió que JESUS lo curase, mismo a la distancia: " Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará. (Mateo 8:8)

La idea de que no somos dignos de Cristo, es llover sobre Justify Fullmojado. Pero aun existen algunos cristianos que están presos en sus sentimientos de dignidad. Y que, incluso, huyen de una intimidad mayor con el SEÑOR, bajo la disculpa de que, en nuestra imperfección no merecemos la presencia y las bendiciones del SEÑOR.

Cuando, entretanto, creemos como lo hizo el centurión, que Jesús tiene el poder de curar y bendecir mi casa y el que quiere estar en ella, está es la Fé elogiada por el SEÑOR. El enemigo quiere que creamos que, por causa de nuestro pecado, no merecemos la bendición del SEÑOR. En cuanto a JESÚS, Él quiere que entreguemos al Él nuestras indignidades y humildemente, aceptemos dentro de nosotros su gracia purificadora. De hecho, mi casa no es digna: es la gracia de CRISTO que hace de mi casa su templo.


Traducido del texto en portugués del Pastor brasileño Olavo Feijó

Reflexión: Mantengamos nuestro Templo Espiritual, digno y limpio
para que siempre moro el Espiritu Santo de DIOS en nuestro hogar espiritual. Intercedendo por seu servo, muito enfermo, o centurião sugeriu que Jesus o curasse mesmo de longe: "Respondeu o centurião -
Senhor, minha casa não é digna de Ti" (Mateus 8:8).

A idéia de que não somos dignos de Cristo é chover no molhado. Mas ainda existem alguns cristãos que estão presos aos seus sentimentos de dignidade. E que, até, fogem de uma intimidade maior com o Senhor, sob a desculpa de que, na nossa imperfeição não merecemos a presença e as bênçãos doSenhor. Quando, entretanto, acreditamos como o fez o centurião, que o poder de Jesus pode curar e abençoar minha casa e o que quer que esteja nela, esta fé é elogiada pelo Senhor.

O inimigo quer que acreditemos que, por causa do nosso pecado, não merecemos a bênção do Senhor. Quanto a Jesus, Ele quer que entreguemos a Ele nossas indignidades e, humildemente, aceitemos dentro de nós Sua graça purificadora. De fato, minha casa não é digna: é a graça de Cristo que faz da minha casa templo Dele

.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario